Cusco en El Imperio de Los Incas
CUSCO EN EL IMPERIO DE LOS INCAS
Cuando la sociedad andina arriba al momento Inca, el centro del universo se consolida en Cusco, que se afirma como lugar sagrado; su estructura correspondÃa a una particular manera de concebir el mundo y aprehender el espacio; el resultado, una ciudad seria y ordenada, un lugar simbólico e ideológico. En los primeros años del imperio de las cuatro partes del mundo, en idioma local Tawantinsuyo. el asentamiento urbano del Cusco Ãue muy modesto. En la segunda mitad del siglo xv, el poblado se transformó en capital planificada. La larga tradición arquitectónica y urbanÃstica de las culturas andinas precedentes Ãue aplicada y se implantaron patrones arquitectónicos caracterÃsticos a su particular comprensión del mundo.
Conforme al pensamiento de los Inca, que parte de una concepción mágico- religiosa del mundo, jerarquÃa de los espacios y planificación de carácter agrÃcola para las áreas libres, el área central del Cusco se concibió bajo la forma de un puma, o del Coa. el felino mÃtico. Ese núcleo estaba destinado a la dinastÃa real, al culto y a la administración, delimitado por el cauce de dos rÃos convergentes. En la parte media se ubicó un gran espacio abierto, desde donde partÃan los caminos imperiales y en torno a la cual se situaban las edificaciones y casas reales más importantes. La ciudad se dividÃa en una parte alta y otra baja, en forma simbólica pero relacionada con la distribución social de los linajes de sus habitantes. Las viviendas se edificaron en manzanas rectangulares denominadas kanchas, separadas por calles estrechas (kijllu) distribuidas en una trama casi ortogonal, donde también se ubicaban los adoratorios, siendo el más importante era el templo del Sol o Qoricancha, desde donde partÃan los ceques, caminos imaginarios que enlazaban los adoratorios del territorio circundante. En torno a ese centro nobiliario existÃa un espacio libre dedicado a cultivos agrÃcolas, que servÃa de cinturón de sacralidad y distanciamiento social, que lo separaba del conjunto de barrios periféricos donde residÃan los caciques y los funcionarios de rango intermedio. Se ubicaban más lejos las villas o barrios suburbanos, en número de doce, donde vivÃan los pobladores dedicados al trabajo manufacturero o agrÃcola. Estos tres componentes de la estructura urbana del Cusco inca se articulaban mediante cuatro caminos troncales que partÃan de su espacio central, el Haucaypata-Cusipata.
Ruiz de Arce (1993) estimó en 4,000 el número de construcciones residenciales ubicadas en la ciudad nobiliaria, que tenÃa cerca de 48 hectáreas de extensión, con una densidad que no seria inferior a los 420 hab./ha. Pese a que el conjunto urbano albergaba una población cercana a los setenta mil habitantes, el sitio era ocupado sin alterar el paisaje natural ni su equilibrio ecológico. Un sistema de plataformas escalonadas estabilizaba las laderas en torno a la ciudad y las vertientes de los cauces para evitar deslizamientos. Los cursos de agua principales estaban canalizados para evitar desbordes. Cusco fue la capital del imperio délas «cuatro partes del mundo», Tawantinsuyo, hasta el siglo xvi, cuando se produce la invasión española que la destruye, pero que a su vez determina la edificación de una ciudad colonial sobre los muros ciclópeos anteriores, que perduran hasta hoy.
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